Redacción La Prensa de Oriente
Los diputados aprobaron de urgencia nacional el Presupuesto General de Ingresos y Egresos para 2026, con 139 votos a favor. El monto total asciende a Q163 mil 469 millones, destinados principalmente a educación, salud, seguridad y obras de infraestructura. Además, se autorizaron cinco préstamos internacionales por más de US$1 300 millones y se destinaron Q500 millones a la construcción de una cárcel de máxima seguridad .
La rapidez del trámite recordó a las prácticas de legislaciones pasadas, que en años anteriores también aprobó presupuestos de urgencia en sesiones nocturnas con escaso escrutinio público. Esta vez, la decisión se tomó en la madrugada, lo que generó críticas de la oposición por limitar el debate y la participación ciudadana.
Los diputados de la oposición, como las bancada de Vamos y Comunidad Elefante, criticaron que el debate se haya hecho “de madrugada” y sin la suficiente discusión pública, calificando el proceso de “urgencia nacional” como una maniobra para evitar el escrutinio ciudadano . También señalaron que la distribución de recursos a los Consejos Departamentales de Desarrollo (Codede) parece más política que técnica, lo que preocupa a analistas del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) .
En contraste, el oficialismo y el ministro de Finanzas, Jonathan Menkos, defendieron la medida argumentando que el presupuesto cumple con los límites constitucionales, que está respaldado por fundamentos técnicos y que prioriza áreas clave como educación, salud y seguridad . El presidente de la Comisión de Finanzas, Julio Héctor Estrada, subrayó que el dictamen favorable incluyó algunas modificaciones y que el monto total, Q 163 mil 469 millones, es el más alto de la historia del país .
Además, cámaras empresariales como el Cacif expresaron inquietud por el creciente endeudamiento y el posible impacto en la inversión , mientras que algunos analistas sociales resaltaron la asignación de fondos a programas de desarrollo indígena y a la construcción de una cárcel de máxima seguridad como puntos que generaron debate sobre prioridades de gasto . La aprobación contó con apoyo de la mayoría parlamentaria y del Ejecutivo, pero también con críticas de la oposición, think‑tanks y sectores empresariales que cuestionan la transparencia, la distribución política de los recursos y el nivel de endeudamiento.