Redacción La Prensa de Oriente
Una fuerte detonación el 17 de noviembre en la distribuidora de juegos pirotécnicos de la colonia Linda Vista, San Raymundo, dejó dos muertos y dos desaparecidos bajo los escombros. Los Bomberos Voluntarios de varias compañías trabajaron durante horas entre explosiones secundarias para sofocar el fuego y atender a los heridos . Entre los lesionados se encuentran tres hombres en estado crítico: Abraham Chavac (25 años), un hombre de unos 30 años con quemaduras severas y Benjamín Ajix Patzán (65 años) .
Este suceso ocurre en un contexto donde, según estimaciones de organizaciones de derechos humanos, entre 7 500 y 10 500 menores de edad trabajan en la elaboración de cohetes en comunidades como San Juan Sacatepéquez y San Raymundo, percibiendo apenas Q10 a12 por jornada y, en algunos casos, 12 centavos por metro de cohete. La práctica vulnera el Convenio 182 de la OIT, la Convención de los Derechos del Niño y la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.
La Ley de Especies Estancadas (Decreto 123‑85) y sus reformas exigen licencias del Ministerio de la Defensa y estrictas condiciones de seguridad; sin embargo, el 70 por ciento de los talleres operan sin autorización oficial . La falta de empleo y la tradición familiar hacen que la actividad persista, pese a los operativos del Plan Belén y las inspecciones de la Inspección General de Trabajo (IGT), que ya han iniciado una verificación en el Hospital Roosevelt para determinar la relación laboral de las víctimas .
Tragedias recurrentes
– Diciembre 2024: explosión en una cohetería de San Raymundo dejó varios heridos y daños estructurales graves .
– 2021: incendio en una fábrica de cohetes sin víctimas mortales, pero con personas atendidas por crisis nerviosa.
– 2019: explosión en San Juan Sacatepéquez provocó tres fallecidos y varios heridos; los bomberos recuperaron restos humanos de los techos y patios .
– 2016: otro accidente en la misma zona dejó al menos cinco muertos y varios heridos graves, entre ellos menores de edad .
Voces de alerta
Expertos en manejo de sustancias peligrosas del Ejército y la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred) advierten que los controles deben ser más rigurosos. “La fabricación y manipulación de pólvora es fuerte en estas comunidades; es urgente una regulación más estricta y alternativas económicas para las familias”, señaló el coronel Byron Rivas, ingeniero en explosivos .
La IGT continuará las entrevistas a los heridos una vez que su estado lo permita y verificará si el inmueble funcionaba como fábrica o bodega de productos pirotécnicos. Mientras tanto, los familiares de las víctimas y la comunidad de San Raymundo esperan respuestas y medidas que eviten que más niños se conviertan en víctimas de esta industria informal.